FIN DE LA TEORÍA DE LA EVOLUCIÓN Y COMIENZO DE LA VIDA ETERNA - EL PAPA FRANCISCO APOYA LA EVOLUCIÓN BURLÁNDOSE DEL CREADOR - ¿ANTROPOLOGÍA ANUNNAKI E INTERVENCIÓN EXTRATERRESTRE?




LA DIABOLICA TEORIA DE LA EVOLUCIÓN




Otra mentira de la Elite: Teoría de la Evolución de Charles Darwin - Charles Darwin era un masón que operó como parte clave del plan NOM - Hacer click aquí


EL PAPA FRANCISCO APOYA LA EVOLUCIÓN BURLÁNDOSE DEL CREADOR


El Papa acepta que el evolucionismo es conciliable con el dogma católico - Hacer click aquí

El Cronovisor del Vaticano, los Reptilianos y la Mesa de Salomón - El Noveno Círculo Satánico y los Gigantes Extraterrestres dentro de rocas - Esqueletos de Extraterrestres debajo del Vaticano - Hacer click aquí

Invalidéz del último cónclave - El "cardenal" que fue elegido "pontífice" en ese cónclave fue el Cardenal Scola. La invalidación de la elección por parte de los cardenales también fue inválida en estricta aplicación de la dicha Constitución. El verdadero papa según la norma conciliar seria el Cardenal Scola. No estamos diciendo que el cónclave tendría validez sin ese hecho, sino que los Conciliares tendrían que dar por inválida la elección de Francisco ateniéndose a las propias reglas de juego a las que están obligados a someterse, bajo pena de invalidación. El no haberlo hecho así revela una doble deslealtad tanto a la regulación de la Iglesia Católica expresada en su magisterio como en su Teología y Derecho Canónico (1917), como también a la Norma en sí inválida pero que ellos aceptan como válida y en vigor. Hacer clikc aquí
ALBERTO CANOSA VUELVE A TENER LA RAZÓN : 

TEORÍA DE LA EVOLUCIÓN: CUESTIONES CIENTÍFICAS DEBATIDAS EN TORNO A LA TEORÍA DE LA EVOLUCIÓN Y REFLEXIONES FILOSÓFICAS - POR EL PROFESOR SANTIAGO COLLADO CONZÁLEZ PROFESOR DE LA UNIVERSIDAD DE NAVARRA - CONTENIDO : EL INICIO DE LA TEORÍA DE LA EVOLUCIÓN - LA TEORÍA DE LA EVOLUCIÓN DE DARWIN/WALLACE - DEBATE EN TORNO A LA TEORÍA DE DARWIN - LOS PRINCIPIOS DE LA GENÉTICA - LA TEORÍA SINTÉTICA - BIOLOGÍA MOLECULAR Y GENÉTICA - ALGUNAS CUESTIONES CIENTÍFICAS DEBATIDAS EN TORNO A LA TEORÍA DE LA EVOLUCIÓN - SELECCIONISMO FRENTE A NEUTRALISMO - PUNTUACIONISMO FRENTE A GRADUALISMO - NOCIÓN DE ESPECIE - IMPORTANCIA DE LA SELECCION NATURAL EN EVOLUCIÓN - MÁS SABEMOS MÁS DEBATES - REFLEXIONES FILOSÓFICAS Y TEORÍA DE LA EVOLUCIÓN - TEORÍA DE LA EVOLUCIÓN Y EVOLUCIONISMO - EVOLUCIÓN Y FINALIDAD - Hacer click aquí

FIN DE LA TEORÍA DE LA EVOLUCIÓN Y COMIENZO DE LA VIDA ETERNA


ALBERTO CANOSA VUELVE A TENER LA RAZÓN :










LLOYD PYE - 12 MANERAS EN QUE LOS HUMANOS NO SOMOS PRIMATES


LLOYD PYE - ANTROPOLOGÍA HUMANA ANUNNAKI

 

LA TEORÍA DE LA INTERVENCIÓN EXTRATERRESTRE - LLOYD PYE (1)


LA TEORÍA DE LA INTERVENCIÓN EXTRATERRESTRE - LLOYD PYE (2)


TODO LO QUE SABES ESTÁ EQUIVOCADO - LLOYD PYE (1)


TODO LO QUE SABES ESTÁ EQUIVOCADO - LLOYD PYE (2)


PERSPECTIVA EXTRATERRESTRE PLEYADIANA : 



MENSAJE PLEYADIANO : CONVERSIÓN DE CONCIENCIA-INTENCIÓN A MATERIA DURA



MENSAJE PLEYADIANO : LA BIOLOGÍA, LA GENÉTICA SE GENERA DESDE PLANOS SUPERIORES

     


EL FRAUDE EVOLUCIONISTA DEL CALDO PRIMIGENIO DE MILLER 
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EL EXPERIMENTO DE STANLEY MILLER NUNCA DEMOSTRÓ COMO PASAN A AUTO-ORGANIZARSE ESOS AMINOÁCIDOS DE SU PRUEBA PARA CONFORMAR UNA PROTEÍNA ÚTIL PARA LA VIDA, NI COMO ESA PROTEÍNA IDEAL SE AUTO-ORGANIZARÍA PARA CONFORMAR UNA ESTRUCTURA CELULAR - LOS EXPERIMENTOS SIMILARES CON UNA ATMÓSFERA MÁS REALISTA QUE LA DE MILLER COMO LOS DE FOX O LOS DE CHEN Y FERRIS, HAN SUFRIDO FRACASOS AÚN MÁS ESTREPITOSOS 

Es asombroso comprobar cómo se sigue enseñando en numerosos ámbitos docentes (financiados inocentemente por los contribuyentes y los estudiantes) y en sus correspondientes libros de texto, la mitológica hipótesis de la llamada «sopa primigenia», del famoso biólogo soviético Alejandro Oparin.

Causa lástima que enseñen esa desafortunada hipótesis como si se tratase de algo ya demostrado experimentalmente, cuando la realidad y la ciencia experimental nos indican que es falsa. Que ese tipo de fraudes sigan siendo inoculados en la mente de los estudiantes y del público en general como si se tratase de ciencia, es algo que clama al cielo.

El célebre químico Louis Pasteur ya había demostrado experimentalmente que no existe la generación espontánea. Hoy día, ese descubrimiento sigue siendo elemental y necesario, por ejemplo, para laboratorios y hospitales.

Pues bien, a pesar de que había quedado bien claro y nítidamente demostrado que era imposible la generación espontánea, el joven Stanley Miller, guiado por su mentor Harold Urey, se propuso demostrar experimentalmente en 1953 que la vida había surgido en la tierra a partir de un caldo inerte (¿será que Miller nunca se había bebido un vaso de leche?).

Para empezar, en el caldo utilizado en su experimento, Miller había creado una atmósfera incorrecta según la ciencia posterior. Es decir, Miller utilizó una atmósfera de amoníaco, metano, hidrógeno y vapor de agua, que supuestamente habría existido en la Tierra inicialmente; luego se demostró que tal suposición era incorrecta, porque, según los científicos actuales, se constituía principalmente de nitrógeno y dióxido de carbono y no contenía la proporción de metano y amoníaco supuesta y usada por Miller.

En segundo lugar, recordemos que los aminoácidos son los monómeros de las proteínas. Esto es, las proteínas están formadas por secuencias organizadas de aminoácidos. ¿Por qué traemos esto a colación? Porque el hecho de que se generasen aminoácidos en el experimento de Miller es lo que ha hecho que muchos hayan intentado justificar falazmente la generación espontánea. Según estos materialistas, los aminoácidos generados en la sopa primigenia que hizo aparecer, por arte de magia, la vida en la tierra (y que Miller recreó), se autoubicaron ordenadamente por azar en secuencias adecuadas para configurar proteínas; estas proteínas se autoubicaron ordenadamente por azar en estructuras semejantes a la membrana celular y… voilà! ¡De repente apareció la célula primitiva! Con el tiempo, según los mitómanos de la sopa evolutiva, las células se unieron, conformando organismos vivientes más complejos, y después fueron evolucionando y evolucionando…

Pero ahora pongamos los pies en la tierra y racionalicemos brevemente ese mito materialista:

1) El experimento de Miller «autogeneró» solamente aminoácidos. No hace falta decir que de un aminoácido a una célula (unidad viva más pequeña que existe), hay una distancia bastante considerable.

2) Los aminoácidos se encuentran en formas levógiras y dextrógiras. Los dextrógiros son incapaces de funcionar en la composición de organismos vivientes y sólo conforman proteínas inútiles. Esto es especialmente gracioso si tenemos en cuenta que esos aminoácidos (menos del 2%) generados en el experimento de Miller dieron como resultado una mezcla casi a partes iguales de aminoácidos de formas levógiras y dextrógiras. Por tanto, tal sopa primigenia es incapaz de formar proteínas. Sin proteínas tampoco hay célula; por lo tanto, sin proteínas no hay seres vivos.

3) Como hemos apuntado, menos del 2% de los productos formados en el experimento de Miller fueron aminoácidos. Los productos principales fueron ácidos carboxílicos y alquitrán, que son tóxicos para la vida. Es más, aparte de ser tóxicos, son también más propensos a unirse a los aminoácidos, rompiendo así cualquier posible cadena de desarrollo e impidiendo que los aminoácidos se unan entre ellos. Por tanto, el experimento de Miller mostró la imposibilidad de que los aminoácidos puedan unirse sin intervención externa; si no pueden unirse por sí solos, tampoco pueden formar proteínas, ni menos aún células.

En resumidas cuentas, hemos visto que Miller lo único que hizo fue contribuir a denigrar aún más la ridícula hipótesis de Oparin. Por otro lado, el solo hecho de leer la obra de Oparin, en que expone su teoría con un sinnúmero de fórmulas y reacciones químicas, ya hace pensar en que todo eso supone unas leyes, leyes que suponen una inteligencia que dirija el proceso desde fuera.

Pero, siendo honrados, algo sí demostró Miller con su experimento: el solo aparato-de-millerhecho de sintetizar aminoácidos no significa creación de vida. Pero, además, la cantidad y tipos de gases usados en el experimento, fueron determinados intencionadamente por Miller para inducir el efecto deseado, al igual que la energía y otras condiciones. Todo fue creado por Miller conscientemente, con unas condiciones establecidas específicamente por él y bajo su control inteligente en el laboratorio. El hecho de que, como fruto de la intervención externa de Miller, aparecieran aminoácidos, no ha descubierto cómo pasan a existir espontáneamente los aminoácidos sin una intervención externa. Por tanto, los aminoácidos no pudieron surgir más que por una inteligencia externa que estableció las condiciones idóneas para que surgiesen.

Por otra parte, tampoco demostró Miller cómo pasan a auto-organizarse esos aminoácidos para conformar una proteína útil para la vida, ni tampoco cómo esa proteína ideal se auto-organizaría para conformar una estructura celular. Científicamente, no existen mecanismos conocidos por los que una proteína pueda reproducirse a sí misma sin un complejo aparato bioquímico.

Los experimentos similares con una atmósfera más realista que la de Miller, como los de Fox o los de Chen y Ferris, han sufrido fracasos aún más estrepitosos.

Y es que, para que exista una célula viva, hace falta un mecanismo complejo totalmente sincronizado: cientos de proteínas distintas, codificaciones en el ADN, enzimas para descifrarlas y una membrana permeable. Puesto que en el mundo prebiótico esos bloques de construcción de la vida debieron estar rodeados de muchas otras sustancias enormemente reactivas, la reacción de los bloques con tales sustancias sería más rápida que la de unos bloques con otros. A menos que de alguna forma se hayan evitado esas reacciones secundarias destructivas (lo cual científicamente es imposible sin una intervención externa), la aparición del ADN, el ARN o las proteínas habría sido sencillamente imposible.

En fin, quizá sea esa la causa de que el científico John B. Haldane, famoso fisiólogo genetista británico y profesor de la Universidad de Cambridge, dé muestras de honradez intelectual al afirmar que el origen de la vida en la tierra es, sencillamente, imposible sin un Ser Inteligente preexistente.

Aun así, sin ningún escrúpulo, todavía hoy siguen presentando aquel triste y fracasado experimento de Miller como «evidencia» para explicar el primer estadio del período evolutivo.

Fuente  : Blog Aet Salamanca 


Bibliografía de interés y apoyo : 


 "FÓSILES POLÉMICOS" ANÁLISIS CRÍTICO SOBRE LA EVIDENCIA FÓSIL DEL ORIGEN DEL HOMBRE. DE RAÚL O. LEGUIZAMÓN


La obra más buscada, y hasta esta reedición inhallable, del admirado autor cordobés, que con estilo chestertoniano y su notable sabiduría pone a la consideración del público interesado, las diferentes alternativas de los hallazgos fósiles, incluyendo algunos famosos fraudes. Segunda edición corregida, notablemente aumentada e ilustrada.

«...El tema del origen del hombre, por la complejidad de los problemas que plantea requiere para su adecuado tratamiento, el concurso de numerosas disciplinas: antropología física y cultural, arqueología, geología, biología, lingüística, filosofía, teología... etc. El enfoque de esta obra está referido casi exclusivamente al campo de la Antropología Física o Paleoantropología, o sea la ciencia que tiene por objeto el estudio del origen del hombre, a través de sus restos fósiles. Y en este terreno sólo pretendo plantear el problema, a la vez que realizar un sucinto análisis crítico de los principales hallazgos fósiles, que sirva como una introducción al tema para el hombre de la calle...».

Fósiles Polémicos. Análisis Crítico sobre la evidencia fósil del origen del Hombre. Dr. Raúl O. Leguizamón.
El Dr. Raúl Osvaldo Leguizamón es médico, egresado de la Universidad Nacional de Córdoba, Argentina. Ha realizado su especialidad de Anatomía Patológica en las Universidades de Emory y Minnesota, EE.UU. También cursó estudios avanzados de Patología en la Universidad Juntendo, de Tokio, Japón. Durante 22 años se desempeñó como anatomopatólogo del Hospital San Roque, de la ciudad de Córdoba, Argentina, donde fue miembro de la Comisión de Bioética. Actualmente, y desde el año 2003, se desempeña como profesor-investigador en el Centro de Estudios Humanísticos y en el Departamento de Filosofía y Ciencia de la Universidad Autónoma de Guadalajara.


"EN TORNO AL ORIGEN DE LA VIDA" DE RAUL O. LEGUIZAMÓN


Numerosos científicos de las distintas áreas del conocimiento — al igual que la gran mayoría de los divulgadores sobre el tema — son prácticamente unánimes en sostener que la vida se habría originado a
partir de la materia inanimada, por la sola acción de las leyes naturales y al margen de cualquier factor extramaterial.
Frecuentemente — sobre todo en las obras de divulgación, libros de texto y programas televisivos —el tema es tratado en forma tal, que el lector no especializado sólo puede concluir que el origen de la vida a
partir de la materia inanimada constituye no ya una teoría científica, sino un hecho demostrado, con pruebas abrumadoramente concluyentes a su favor.
Salvo pequeñas dudas referidas a detalles de orden circunstancial, todo parece estar satisfactoriamente explicado: los átomos se unen espontáneamente para formar moléculas simples, que luego — en el
seno del mar primitivo — forman moléculas más complejas, las cuales finalmente se unen entre sí, dando origen a la vida.
Así de simple, así de claro, así de contundente.
Aun cuando a nivel de las publicaciones especializadas hay científicos que expresan dudas y reservas sobre el tema, estas opiniones no llegan prácticamente nunca al lector corriente, el cual es ilustrado, con
singular insistencia — en el esquema arriba descripto.
Con raras excepciones éste es, sin duda, el consenso de opiniones del “establishment” científico y la actitud prudentes es, también sin duda, aceptar lo que los expertos dicen.
Esta es la actitud prudente.
Pero la actitud científica es justamente no aceptar lo que los científicos dicen. No, al menos, sin previo análisis crítico, puesto que la ciencia no debe basarse en la autoridad de nadie — ¡ni siquiera en la de los
científicos! — sino en el análisis racional de la evidencia.
Dada la trascendencia del tema, me pareció sería de interés brindar al lector no especializado algunas reflexiones sobre esta cuestión, a manera de una revisión crítica de la postura “oficial” del “establishment”
científico, respecto del origen de la vida.
Lo que, por otra parte, no es nada más que una actitud de fidelidad al método científico, que debe justamente basarse en la crítica — y no en la aceptación — de lo aceptado.
Para realizar este trabajo, me he basado en las obras de destacados científicos que — quizás por no aceptar la hipótesis materialista del “establishment” — no tienen, en general, acceso a las grandes editoriales
y medios de difusión y por consiguiente no son conocidos por el gran público.
Aunque siempre es difícil hacer justicia a todos los autores con quienes se está en deuda intelectual, quiero mencionar a algunos de ellos, cuyas obras, por su profundidad y claridad, no puedo encomiar lo suficiente.
Georges Salet, biólogo y matemático francés, autor de la magistral obra Azar y certeza. A. E. Wilder Smith, suizo-alemán, doctor en Química Orgánica por las universidades de Oxford, Ginebra y Zurich, autor, entre otras obras, de The Creation of Life y The Natural Sciences Know Nothing
of Evolution. Duane Gish, bioquímico americano, autor de la estupenda monografía Speculations and Experiments Related to Theories on the Origin of Life. También he usado (y abusado) de las obras de Donald England, Henry Morris, James Coppedge, Leconte du Noüy, Leonardo Castellani, Etienne Gilson y otros que sería largo enumerar.
El estudio de las obras de estos autores me ha sido imprescindible para entender y profundizar la cuestión, y este humilde opúsculo sólo pretende ser un reflejo — aunque precario, fiel — del pensamiento de estos brillantes científicos y filósofos, a quienes me permito llamar verdaderos maestros. 

Sobre el Autor

El Dr. Raúl Osvaldo Leguizamón es médico, egresado de la Universidad Nacional de Córdoba, Argentina.
Ha realizado su especialidad de Anatomía Patológica en las Universidades de Emory y Minnesota, EE.UU. También cursó estudios avanzados de Patología en la Universidad Juntendo, de Tokio, Japón.
Durante 22 años se desempeñó como anatomopatólogo del Hospital San Roque, de la ciudad de Córdoba, Argentina, donde fue miembro de la Comisión de Bioética. Ha sido docente en la cátedra de Patología, Histología y Biología Celular de dicha Universidad y profesor de preparatoria en las asignaturas de Biología y Química.
Desde hace muchos años se ha dedicado al estudio de la teoría de la evolución, sobre la cual ha escrito cinco libros: Y el mono se convirtió en hombre, La ciencia contra la fe, En torno al origen de la vida, Fósiles polémicos y Breve análisis crítico de la teoría de la evolución biológica, publicados en México y en Argentina, y numerosos artículos en diversas publicaciones de su país. También ha impartido conferencias y cursos sobre el tema.
Actualmente, y desde el año 2003, se desempeña como profesor-investigador en el Centro de Estudios Humanísticos y en el Departamento de Filosofía y Ciencia de la Universidad Autónoma de Guadalajara.


Mensaje a Miguel Celades, David Parcerisa, JL, Luis Carlos Campos, Rafapal y Vicente Fuentes



ALBERTO CANOSA INTENTARÁ EN 2019 SACAR DE ROCAS UN CUERPO (ADEMÁS DE OTROS) SIMILAR A COMO ESTOS DE LA FOTO PERO QUE ESTARÁ VIVO





Alberto Canosa nos ha hablado del fin de la teoría de la evolución y del comienzo de la vida eterna. Alberto Canosa sabrá despejar todos los enigmas mundiales y con lujos de detalles cuando pueda llegar a los medios televisivos y los dé a conocer estratégicamente para toda la humanidad. La clave de estos misterios se encuentra en la llegada a la TV por parte de Alberto Canosa y su entrada a la Cueva Hércules en Toledo en España, pues alli se encuentra, además del Arca de la Alianza, la Mesa de Salomón que es un cronovisor que sincronizándose adecuadamente puede develar cualquier enigma y misterio, pero sólo Alberto Canosa puede entrar allí, siendo Gran Monarca, (Y haciendo regresar a allí a la Piedra de Scone o  Piedra del Destino o de la Coronación, que fue robada de la Cueva de Hércules en el pasado, siendo su destino final caer en manos de Eduardo I de Inglaterra, que tras derrotar a Wallace se la habría llevado consigo a su reino en 1296) pues esa es la condición que el diseño inteligente de la Cueva de Hércules permite para ingresar sin ningún peligro.

El CRONOVISOR DE SALOMÓN SE PREPARÓ PARA El GRAN MONARCA ALBERTO CANOSA


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